'Uniendo nuestros sueños a los del cielo'

En el marco de la Semana Santa y por segundo año consecutivo, el Centro Cultural Adarve, realiza su labor social en el municipio de La Vega.

Durante un proceso que conlleva una preparación de diferentes meses, los jóvenes del Centro Cultural Adarve, que ante todo son buenos amigos, dedican un espacio de su tiempo académico y profesional para organizar la logística de la Semana Santa Solidaria.

Una actividad que vienen realizando desde el año 2023 y que este año, eligió cómo destino a la Vega, un municipio del departamento de Cundinamarca ubicado a 54 km de Bogotá, en donde se destaca la calidez de sus habitantes y de su agradable clima. 

Desde febrero, aproximadamente, ya estaban claras las actividades, ahora lo que tenían que hacer era coordinar la logística, gestionar las donaciones y disponer el corazón para vivir una semana de caridad, amistad y espiritualidad.

Una de las labores más importantes, fue el desarrollo de la celebración del triduo pascual en la vereda Bulucaina, dónde la comunidad pudo disfrutar de los oficios litúrgicos, además de la donación de algunos mercados para adultos mayores y familias en condición de vulnerabilidad en Quebrada negra y la visita y realización del viacrucis en la cárcel de Villeta.

«Como si fuéramos discípulos siguiendo los pasos de Cristo, nos dedicamos a llevar consuelo y esperanza a aquellos que necesitaban sentir paz y alegría en sus vidas. Al visitar cárceles, compartimos momentos de redención y perdón, recordando la Pasión de Cristo y su mensaje de amor incondicional. Al entregar mercados a familias necesitadas, ofrecimos un gesto de solidaridad que resonaba con el acto de dar de sí mismo como lo hizo Jesús con los pescadores, encontrando en la comunión y el servicio una conexión directa con la fe y el compromiso con el prójimo, siguiendo el ejemplo del sacrificio y la entrega de Jesucristo», menciona Nicolás Cepeda, voluntario del Centro Cultural Adarve. 

De igual forma, sumado a las actividades propias de la Semana Santa y para poner en práctica aún más, la virtud de la caridad, los jóvenes iniciaron la primera jornada de trabajo en la casa de doña Betty, (habitante de Quebrada Negra), con el objetivo de lograr mejores condiciones para su familia con la adecuación de su vivienda.

“La Semana Santa solidaria que pasé con Adarve fue una experiencia increíble. Desde el primer día, nos encontramos trabajando en una casa oculta en medio de las montañas. Pero lo más impactante no fue solo el trabajo en sí, sino la oportunidad de compartir con personas que nunca había conocido. Esa fue la clave que hizo que esta semana fuera tan especial y diferente a cualquier otra. Durante los días siguientes, dedicamos tiempo a visitar una vereda para que pudieran participar en los oficios de la Semana Santa, cuanta hospitalidad y sentido cristiano hay en cada rincón. Estamos llamados a la plenitud desde la caridad, allí esta nuestra felicidad”, dijo Benjamín Lloveras, quien también participó de esta actividad.

Y al final, cómo era su propósito desde el inicio, está labor social fue el espacio perfecto para que los jóvenes voluntarios, afianzaran sus lazos de amistad y asumieran el compromiso real de ser verdaderos discípulos de Cristo, transmitiendo por medio de sus obras y de su sonrisa la buena nueva de la Pascua. Tal como lo indicó Juan Miguel Rodríguez, participante de la labor, “entendiendo que en lo ordinario está nuestro encuentro con Dios, sabiéndonos apóstoles y siguiendo un camino de la mano de nuestros amigos que siempre serán un apoyo para comenzar y recomenzar. Esta Semana Santa, es muestra de la iglesia en salida, llamados a tomar nuestra cruz cada día como signo de amor y sacrificio, buscando ser tan fieles como Juan acompañando a Jesús al lado de la cruz abrazando a María en el calvario, negándonos a sí mismos y uniendo nuestros sueños a los del cielo»…

Si tu deseo es contribuir al cambio de la sociedad, puedes participar en nuestras actividades, difundir la información, o donar apoyando nuestros proyectos de labor social.